Como cada año se conmemora el tercer jueves de noviembre el “Día Mundial del Aire Puro”, instituido en 1977 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en respuesta a un reclamo de la comunidad ante el persistente deterioro del ambiente por la contaminación debida a gases derivados de procesos industriales, vehículos, basurales a cielo abierto e incendios forestales entre otros, que conlleva a repercusiones en la salud de la humanidad y en los ecosistemas.
El humo del tabaco está compuesto por más de 7.500 sustancias químicas tóxicas e irritantes que agreden a nuestro organismo y el de nuestras mascotas provocando diversas enfermedades, y de las cuales más de 70 producen cáncer. En ambientes cerrados, la exposición al humo de tabaco es constante y no se limita solamente al tiempo que se emplea en fumar un cigarrillo, ya que los componentes tóxicos del humo permanecen en el ambiente. Los extractores disponibles no son efectivos para eliminar las partículas tóxicas, tampoco sirve abrir las ventanas, utilizar desodorantes de ambientes o encender aparatos de aire acondicionado. Estas medidas eliminan el olor y el humo, pero los compuestos químicos que producen daño pueden permanecer varias semanas adheridos a muebles, tapizados, cortinas, entre otros y se liberan al ambiente de manera periódica como gases tóxicos horas, días y hasta meses más tarde.
En Argentina mueren al año 6.000 personas no fumadoras por enfermedades relacionadas con el tabaco, son personas expuestas involuntariamente al humo de tabaco en el hogar, en los restaurantes, en los lugares de trabajo y en cualquier otro ambiente cerrado (vehículos, cines, transporte público, etc.).
Cualquier nivel de exposición al humo de tabaco implica un riesgo para la salud y a mayor exposición, existe mayor daño. Además, tanto los dispositivos electrónicos dispensen o no nicotina (cigarrillo electrónico y otros), así como los productos de tabaco calentado, también liberan un aerosol que contiene numerosas sustancias perjudiciales tanto para la salud del usuario (o "vapeador") como para las personas del entorno expuestas al mismo.
Beneficios que aportan los Ambientes 100% Libres de Humo:
Protegen la salud de todas las personas de los efectos perjudiciales del humo de tabaco.
Ayudan a los fumadores a fumar menos y a dejar de fumar.
Previenen el inicio del consumo en niños y jóvenes.
Reducen el ausentismo laboral y escolar, aumentando la productividad.
Previenen enfermedades y reducen gastos por consultas, estudios y tratamientos médicos.
Disminuyen los riesgos de accidentes e incendios edilicios y forestales.
Evitan el deterioro de instalaciones, equipos y mobiliario, disminuyendo gastos de mantenimiento.
Reducen la aceptabilidad social del fumar, cambiando las normas culturales.
Generan mensajes educativos a las familias promoviendo Hogares 100% Libres de Humo.
Es importante implementar y hacer respetar los ambientes 100% libres de humo, es la manera más efectiva de evitar la exposición al humo de tabaco a través de la prohibición de fumar (o vapear) en todos los espacios cerrados, colaborando a mejorar la calidad de vida de las personas y contribuyendo a lograr comunidades con más salud.
Si la norma no se cumple, podes realizar tu denuncia al 0800-999-3040 o al https://www.argentina.gob.ar/ salud/consumo-de-tabaco/ denuncia-infracciones-la-ley- de-control-de-tabaco