Aunque tradicionalmente se asocia a esta enfermedad a regiones rurales del norte, en Río Negro el Chagas sigue siendo un tema de salud pública que requiere vigilancia activa, prevención y diagnóstico oportuno.
En este sentido, la cartera sanitaria, a través de la Coordinación de Salud Ambiental y el Programa Provincial de Chagas, mantiene operativos de vigilancia durante las estaciones cálidas y promueve la participación de la comunidad para identificar posibles ejemplares.
Cabe remarcar que Río Negro continúa libre de transmisión vectorial, es decir, no se encuentran vinchucas portando el parásito trypanosoma cruzi y la gente no se enferma por esta vía (cuando la vinchuca se alimenta de sangre humana y transmite el parásito al defecar en el sitio de la picadura).
Por otro lado se puede decir que la vía de infección cosangénita y la migración mantienen un número de personas infectadas que junto a la presencia del vector en todo el valle del río Negro y parte de la Región Sur favorece la posibilidad de la transmisión por parte del vector.
Así es que en los últimos años podemos hablar de un promedio de entre 0 a 4 recién nacidos que adquieren la infección desde su mamá durante el embarazo, de 20 a 40 embarazadas positivas detectadas y de 80 a 150 personas detectadas en fase crónica.
En Argentina, la principal forma de transmisión actual es la congénita: de una persona gestante a su bebé durante el embarazo o el parto. También puede transmitirse por transfusiones o trasplantes, aunque esto está muy controlado. La Transmisión vectorial (por vinchucas infectadas) sigue siendo una posibilidad en zonas donde viven personas con Chagas y se encuentran vinchucas locales o importadas desde áreas endémicas.
El diagnóstico se realiza con un simple análisis de sangre disponible de forma gratuita en hospitales y centros de salud. Se recomienda especialmente a personas embarazadas (es obligatorio en todo el país), hijos o hijas de madres con Chagas, y personas que hayan vivido o nacido en zonas con vinchucas y convivido con éstas.
El tratamiento también es gratuito y puede curar la enfermedad si se inicia a tiempo, especialmente en bebés y personas menores de 19 años. En personas adultas, el control permite prevenir o mitigar complicaciones cardíacas y digestivas. Además en algunos casos como las mujeres en edad fértil, el tratamiento ayuda a disminuir la transmisión vía congénita.
Si se encuentra una vinchuca o un insecto que te genera dudas, se debe capturar viva y, con cuidado y sin tocarla, colocarla en un frasco cerrado y acercarla a un hospital o centro de salud. También se puede comunicar con las oficinas de Salud Ambiental (URESA) en cada localidad.